sábado, 6 de junho de 2015

Clasificación de obesidad monogénica.
Monogenetic  Obesity Classification

Pedro Enrique Miguel Soca1, Leonor Amanda Cruz Lage2, Mildre María Marrero Hidalgo3, Leticia Mosqueda Batista4, Luz María Pérez López5


RESUMEN
La obesidad es una enfermedad multifactorial crónica debida a un balance energético positivo donde los genes juegan un papel predisponente. Se puede clasificar en obesidad monogénica no síndrómica, monogénica síndrómica y poligénica. En esta revisión se describió la obesidad monogénica, por su importancia para la comprensión de los mecanismos moleculares de las formas frecuentes de obesidad y para el diseño de nuevos fármacos. Se enfatizó en los aspectos genéticos y moleculares de la obesidad monogénica.
Palabras clave: genes, obesidad monogénica.


ABSTRACT
Obesity is a chronic multifactorial disease due to energy positive balance in which genes have a predisposition role. Obesity is classified as nonsyndromic monogenetic, syndromic monogenetic and polygenetic. In this review paper   monogenetic obesity was described due to its importance to comprehend molecular mechanismsm of the most frequent types of obesity as well as to design new drugs.
Key words: genesmonogenetic obesity.

INTRODUCCIÓN
La obesidad se ha convertido en un serio problema de salud a nivel mundial por su estrecha vinculación con las principales causas de morbilidad y mortalidad en países industrializados y en vías de desarrollo 1. Esta enfermedad es un complejo trastorno metabólico que se asocia frecuentemente con la diabetes mellitus tipo 2 (DM-2), la hipertensión (HTA), las enfermedades coronarias, la trombosis, las dislipidemias, los cálculos biliares, la esteatosis hepática, la apnea del sueño, las disfunciones endometriales y el cáncer 2.   
La obesidad se expresa fenotípicamente de forma muy heterogénea, con mecanismos moleculares muy diversos 3. Se reconoce el rol de los factores ambientales, de conductas y socioeconómicos en las personas con diferentes susceptibilidades 3. La evidencia científica indica que los factores genéticos están involucrados en el desarrollo de obesidad en aproximadamente 30% a 40% de los casos, no solo en las formas monogénicas, sino también en la obesidad común 4. Desafortunadamente, aunque se ha incrementado en los últimos años su conocimiento genético, el control genético de las formas comunes de obesidad en el humano no se comprende bien 4.
En la actualidad, la contribución de los factores genéticos a este padecimiento se puede resumir en 3:
-Las mutaciones simples contribuyen al desarrollo de la obesidad monogénica, de inicio en la niñez, de carácter severo y raras.
-Algunas variantes genéticas interactúan con un medio de alto riesgo en la obesidad común; es decir, la obesidad poligénica. En estos casos, cada gen de susceptibilidad sólo tendría un pequeño efecto sobre el peso corporal y su contribución es significativa cuando existen factores ambientales predisponentes para su expresión fenotípica como la alimentación excesiva y la reducción de la actividad física.  
Estos conocimientos son importantes para el diseño y producción de nuevos fármacos contra la obesidad, muchos en etapas iniciales de desarrollo 5. Con los descriptores obesity y genes se encontraron 634 referencias arbitradas a texto completo publicadas en la base de datos EBSCO. En esta revisión se hizo hincapié en la obesidad monogénica, un tópico relativamente poco tratado en la literatura científica. Se describirán los aspectos moleculares y genéticos de las dos variantes de obesidad monogénica, no sindrómica y sindrómica.

DESARROLLO
Clases de obesidad
La obesidad es una condición heterogénea multifactorial provocada por alteraciones de varios genes, donde cada uno tiene un efecto aditivo y parcial. El patrón de herencia es complejo y los factores ambientales juegan un importante papel en promover o demorar su desarrollo 6. La identificación de la susceptibilidad a los genes y sus variantes requiere diversos enfoques metodológicos 6.
Se clasifica en tres categorías principales de acuerdo con su etiología genética: monogénica, sindrómica y poligénica 7. La identificación de sus causas genéticas con probabilidad proveerá las bases para el desarrollo de nuevos agentes terapéuticos y para la prevención personalizada de esta condición 6.
La genética de la enfermedad es compleja y varía desde los modelos de obesidad monogénica y sindrómica hasta las formas multifactoriales y poligénicas más frecuentes 8La originada en un gen único disfuncional (obesidad monogénica) representa un pequeño número de casos severos, que aparecen en la niñez y se acompañan de diferentes trastornos neuroendocrinos, del desarrollo y la conducta. Hasta ahora, los genes implicados en la obesidad monogénica son de la leptina, el receptor de leptina, pro-opiomelanocortina (POMC) y receptor 4 de melanocortina (MC4R), con papeles centrales en la vía hipotalámica melanocortina/leptina y en la regulación de la homeostasis normal de energía en humanos. Estos genes obedecen las clásicas leyes de Mendel y se han identificado en alrededor de 200 casos 7.
La obesidad relacionada con MC4R es el más frecuente tipo de obesidad monogénica severa de la niñez y de inicio precoz. Estos niños se caracterizan por un incremento de talla, del peso corporal, el índice de masa corporal (IMC), de la masa magra y de la masa grasa, así como un incremento significativo de la densidad mineral ósea. Se considera que el acelerado crecimiento lineal es consecuencia de una hiperinsulinemia precoz 7.
Las alteraciones causadas por genes mutantes únicos muestran cuatro patrones simples mendelianos de herencia: autosómica dominante, autosómica recesiva, ligada a X dominante y ligada a X recesiva. Los rasgos o caracteres dominantes se expresan en el heterocigoto, homocigoto o hemicigoto y los rasgos recesivos se expresan en homocigotos, pero son silenciosos en el heterocigoto 9.

Formas monogénicas de obesidad

Las mutaciones de genes que codifican proteínas con probables papeles en la regulación del apetito son responsables de trastornos mendelianos, en los cuales la obesidad es el más evidente fenotipo. El esclarecimiento de las causas de algunas de estas formas de obesidad monogénica se ha beneficiado con la clonación de una serie de genes de la obesidad, entre los que se destacan los que codifican a la leptina, el receptor de la leptina (LEPR), la carboxipeptidasa E (responsable del procesamiento de intermediarios prohormonales como la proinsulina) y la proteína agouti 10.
La manipulación genética también ha establecido el papel regulador vital de moléculas como el receptor de melanocortina 4 (MC4R), importante en la ruta de la melanocortina. Estos descubrimientos continuaron con la identificación de formas raras monogénicas recesivas de obesidad en seres humanos, provocadas por mutaciones en los genes que codifican la leptina, LEPR, prohormona convertasa 1(una endopeptidasa involucrada en el procesamiento de prohormonas como insulina y POMC) y POMC, los que en su conjunto provocan un fenotipo con excesiva ingesta de alimentos en relación con el gasto de energía 10.
El rol clave de la leptina en algunas formas monogénicas de obesidad se sustenta en el efecto del reemplazo de leptina en un niño obeso con deficiencia congénita de la hormona, a quién la administración de la leptina le revertió la obesidad. La resistencia a la leptina puede ser una importante causa neuroquímica de obesidad, los niveles elevados de esta hormona se correlacionan con la ganancia de peso durante periodos largos de tiempo 11.
En contraste, las formas autonómicas dominantes más frecuentes de obesidad se producen por mutaciones del gen que codifica a MC4R 10. La deficiencia de MC4R representa la causa más común de obesidad monogénica, presente en 1–6% de sujetos obesos, con prevalencia de casos severos y de inicio precoz 12. En niños, las mutaciones de este gen se correlacionan con el grado de obesidad y la hiperfagia, pero desaparece en portadores adultos, indistinguibles fenotípicamente de los portadores no obesos.
La característica sensación de hambre intensa durante la niñez en los pacientes con deficiencia de MC4R se atenúa en la adolescencia y los niveles de hiperinsulinemia se vuelven menos marcados. Es interesante que los ratones deficientes de MC4R no son hiperfágicos cuando se alimentan con dietas bajas en grasas, mientras que la hiperfagia se observa cuando se introducen dietas ricas en lípidos, lo que indica que se producen interacciones genes-ambiente 10. Aunque difíciles de evaluar en humanos, estos efectos ambientales sobre los genes involucrados en el control de la ingestión de alimentos, podrían explicar el incremento de la obesidad infantil observada en los últimos años 13. La deleción de MC4R en el genoma de ratones produce obesidad de inicio en la adultez, hiperfagia, y dificultades en la reproducción. El ejercicio voluntario demora la aparición de la obesidad monogénica en roedores 13. Con la tecnología del DNA se han podido identificar una serie de obesidades de tipo monogénico en animales de experimentación 14.
Los mecanismos responsables del exceso de acumulación de grasa en estas formas de obesidad son desconocidos, aunque se sabe que comparten algunos hechos fisiopatológicos semejantes a las formas genéticas de obesidad en ratones. Se desconocen cuáles son los genes importantes en las formas comunes de obesidad 14. En la séptima revisión del mapa de la obesidad humana se han publicado 47 casos de obesidad monogénica, 24 casos de alteraciones mendelianas y 115 loci diferentes susceptibles de estar implicados en la obesidad de carácter poligénico; el mapa de la obesidad indica que, excepto en el cromosoma Y, en todos los cromosomas hay genes candidatos potenciales 14. Los loci de estos genes están parcialmente identificados pero se desconocen las mutaciones y los polimorfismos causantes de obesidad.
Los genes implicados en la regulación transcripcional de los adipocitos y en las vías metabólicas de lipogénesis y lipólisis, así como los genes que codifican proteínas implicadas en la síntesis de numerosas hormonas y en la transducción de señales hormonales relacionadas con estas vías, son genes candidatos implicados en la obesidad. Es de interés hacer notar que algunos genes candidatos implicados en la etiología de la obesidad, presentes en los cromosomas 2, 10, 11 y 20, están cercanos a los genes de la leptina y pro-opiomelanocortina, la proteína agouti, el factor de transcripción CEBP (proteína de unión a la secuencia CAAT) - un gen relacionado con la diferenciación del tejido adiposo- y la adenosina desaminasa 14.
En la obesidad intervienen varios genes que, en combinación con el medio ambiente, dan lugar a la aparición de obesidad. Es decir, esta patología en la mayoría de los casos es una enfermedad poligénica en la que varios polimorfismos genéticos, a través de la interacción con el medio, dan lugar a un depósito excesivo de grasa corporal 14. Por tanto, es muy probable que no exista un solo tipo de obesidad sino varios genotipos con fenotipos similares. Entre los genes implicados en la etiología de la obesidad se encuentran genes metabólicos, genes que codifican para péptidos que controlan las señales de hambre y saciedad, genes reguladores del gasto energético y genes reguladores del crecimiento y diferenciación de los adipocitos 14.
Hasta el presente, se han descrito menos de 200 casos de obesidad humana debidas a mutaciones simples de genes, aunque es probable que el número de casos se incremente sustancialmente: lepr, pomc, psck1, sim1, crhr2, lep, crhr1, mc4r, mc3r, y gpr24 15. La pesquisa genética de obesidad se ha concentrado en la identificación de mutaciones de genes específicos en personas severamente obesas, con las mayores tasas de éxitos en casos con inicio precoz 15. Además, se conocen 48 loci relacionados con síndromes mendelianos en la obesidad humana, cuando una de las manifestaciones clínicas se han mapeado en una región específica, con la identificación de los genes causales o fuertes candidatos que representan, al menos, el 5 % de los casos de obesidad, aunque su importancia con probabilidad se incrementará con el desarrollo de  mejores programas de pesquisaje 15.
Los individuos afectados con síndromes de obesidad mendeliana o trastornos simples de genes, representan sólo una pequeña fracción de la población de obesos y no puede explicar la magnitud de este problema. La obesidad es un fenotipo complejo multifactorial, cuya variación interindividual depende de la acción de múltiples genes y factores ambientales 15.

Obesidad no sindrómica

La obesidad monogénica no sindrómica  se produce por alteraciones de genes simples, pero a diferencia de la sindrómica no produce fenotipos característicos. La prevalencia de obesidad se debe a cambios en la exposición a factores ambientales, una reducción de la actividad física y al incremento en la disponibilidad y una disminución de  los costos de los alimentos 16. Los estudios genéticos revelaron que las mutaciones pueden llevar a la obesidad en los seres humanos y que los genes influyen en la conducta alimentaria de la especie 16.Un estudio en gemelos idénticos demostró que las diferencias genéticas contribuyen a la heterogeneidad de respuesta al exceso de ingesta calórica 17.
La regulación del peso corporal en los seres humanos se ha comprendido mejor con estudios de modelos monogénicos de obesidad en roedores. La mayoría de los genes causantes de obesidad en estos animales presentan contrapartes en humanos con similares fisiologías moleculares. Los más recientes avances en la comprensión del control de la adiposidad se basan en la identificación de los genes y sus vías metabólicas, dilucidadas en experimentos 17. Además, con la excepción de las mutaciones de MC4R, los humanos con otras formas monogénicas de obesidad no sindrómica se identificaron después de definir un subfenotipo específico (alta o baja leptina, hiperproinsulinemia, hipocortisolemia, e inusual pigmentación de pelo y piel), que implica un defecto en una vía metabólica particular. Esta experiencia subestima la necesidad de colectar datos de subfenotipos para determinar las bases genéticas de este tipo de obesidad. También, se producen efectos dependientes de los genes en los heterocigotos, que presentan un fenotipo intermedio, menos severo que en los homocigotos y las interacciones de diferentes genes con la misma vía metabólica 18.  Por tanto, es posible que las diferencias cuantitativas en la expresión o función de estos genes, solos o combinados, podrían subyacer en las formas más comunes y complejas de obesidad humana.
Los estudios, tanto en humanos como en animales proporcionan fuertes evidencias de que los alelos naturales tienen un importante influencia en las respuestas al ejercicio y la dieta, aunque se conoce poco sobre la contribución de los genes, la dieta y el ejercicio sobre el riesgo de obesidad en seres humanos 19. En la tabla I se resumen algunos genes implicados en la obesidad.

Tabla I: Algunos genes asociados con la obesidad
Genes
Nombre del gen
Localización
ACDC
Adiponectina
3q27
ADRA2A
Receptor adrenérgico α-2A
10q24–q26
ADRA2B
Receptor adrenérgico α-2B
2p13–q13
ADRB1
Receptor adrenérgico β-1
10q24–q26
ADRB2
Receptor adrenérgico β-2
5q31–q32
ADRB3
Receptor adrenérgico β-3
8p12–p11.2
LEP
Leptina
7q31.3
LEPR
Receptor de leptina
1p31
NR3C1
Subfamilia 3 del receptor nuclear, grupo C, miembro 1
5q31
PPAR γ
Peroxisome proliferative activated receptor  γ
3p25
UCP1
Proteína desacopladora 1
4q28–q31
UCP2
Proteína desacopladora 2
11q13
UCP3
Proteína desacopladora 3
11q13


Obesidad sindrómica

Existen aproximadamente 30 síndromes que presentan obesidad como parte del cuadro clínico, que generalmente va acompañado de retardo mental, dismorfias y otras características 20. Dentro de las formas mejor caracterizadas, se encuentran: los síndromes de Prader Willi, Bardet-Biedl, osteodistrofia bereditaria de Albrigt, Adler, síndrome de X frágil, Borjeson-Eorssman-Lebman, Coben, entre otros.
Algunos de estos síndromes se asocian a anormalidades cromosómicas, y otros son formas monogénicas con efectos pleiotrópicos 20. Podría ser difícil determinar el origen de la obesidad en niños con estos síndromes, quienes con frecuencia viven en instituciones donde el exceso de adiposidad pudiera deberse en gran parte a factores ambientales 10. Sin embargo, al menos cuatro síndromes se acompañan de severa hiperfagia y otros signos de disfunción hipotalámica, lo que sugiere un origen a nivel del sistema nervioso central 10.
El más frecuente de estos síndromes (1 en 25,000 nacimientos) es el síndrome de  Prader–Willi (PWS), un trastorno autonómico dominante, que se caracteriza por obesidad, hiperfagia, disminución de la actividad fetal,  hipotonía muscular, retraso mental, baja estatura e hipogonadismo hipogonadotrópico, que se desarrolla entre los 12 y 18 meses de edad  21. Habitualmente, este síndrome se produce por una deleción de herencia paterna en la región cromosómica 15q11.2–q13 y menos frecuentemente por disomia uniparental materna; en raras ocasiones por un defecto en la región imprinting de este cromosoma 22-23.
La causa de la hiperfagia en PWS  no está clara, aunque los fenotipos se relacionan con una alteración hipotalámica combinada, que produce algunas anormalidades endocrinas 10. Se ha sugerido que la producción elevada del péptido ghrelina secretado por el estómago, podría aumentar el apetito al interactuar con las neuronas hipotalámicas  POMC/CART y NPY 21.  En la tabla II aparecen otros síndromes de obesidad.



Tabla II: Principales formas sindrómicas de obesidad
Síndrome
Localización cromosómica
Modo de Herencia
Prader-Willi (PWS)
15q11–13

Defecto con pérdida de paternidad

Alstrom
2p13
Autosómico recesivo
Bardet-Biedl (BBS)

11q13, 16q21
 3p12–13
15q22–23
 2q31, 20p12
 4q27, 14q32
Oligogénica:autosómica recesiva

Cohen
8q22–23
Autosómico recesivo
Borjeson–Forssman–Lehmann
Xq26

Dominante ligada a X

Osteodistrofia hereditaria
de Albright
2q37
Anormalidad cromosómica de novo o herencia de portador de translocación balanceada


CONCLUSIONES

El aumento del peso corporal por la acumulación de triglicéridos en el tejido adiposo produce obesidad, una enfermedad crónica caracterizada por una compleja red de influencias ambientales y genéticas con predominio de la ingesta de calorías sobre el gasto de energía.
Aunque las formas monogénicas de obesidad no son frecuentes, constituyen prototipos para comprender los mecanismos subyacentes en las formas poligénicas más frecuentes de obesidad y herramientas para el diseño de medicamentos para combatir esta enfermedad, muchos en etapas incipientes de desarrollo. Del desarrollo de estos conocimientos en el futuro dependerá, al menos en parte, la solución definitiva de una enfermedad de difícil control como la obesidad y sus trastornos asociados.

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